Querido clóset:

Llevo años contigo y jamás te había dado el lugar que te mereces, jamás te había dicho que eres mi mayor confidente y mi mayor juez, el primero en saber cuando aumento unos kilos o cuando voy a tener una noche de amigas. Tú y sólo tú supiste cuando mi cuerpo torpe de adolescente comenzó a cambiar, renegué de la ropa de señora que insistían en ponerme y lloré porque la de niños ya no era para mí.

En el fondo, siempre supe que tenías algo de mágico, algo guardado para mí, comencé a enseñar mi cuerpo cuando me sentí más segura y confiada, pero entonces apareció Él, ¿lo recuerdas a Él? Me puse pants un día tras otro porque sugirió que mi estilo debía ser más “natural” y “fresco”, te olvidé y te pido disculpas por ello. Nunca más te tomé importancia hasta que de nuevo estuve sola y te vi de frente a la cara; olvidado, vacío, sin nada mío, no reconocía en la ropa que tenías colgada ni una parte de mía. Eras trozos de ex novios, a caso una blusa PRESTADA Y unos tacones gastados. Eras frío, eras solo, ERAS MI ALMA SIN NADA QUÉ PONERSE. Pero con el mismo amor que siempre he podido volver A TÍ , me rescataste, jugamos, enloquecimos juntos. Y me enseñaste que soy recuerdos, que soy pasado, que soy las piezas que cuelgan de ti, las historias que las acompañan, los sueños que tengo, las ganas que me recorren el cuerpo. Guardas mi vestido de novia, guardas mi primer par de zapatos de diseñador, la bolsa que compré con mi primer sueldo y por si a caso un traje de esquiar para cuando me animé a aprender a hacerlo. Querido Clóset, gracias por la paciencia, por soportarme, por los cambios de humor, de temporada, una disculpa por la de veces que te he dejado tirado, probablemente así de tirada me sentía yo también, Gracias por recordarme todos los días que se puede ser de colores y de formas, que las oportunidades están ahí dispuestas una tras otra frente a mi. Gracias por abrazar mi cuerpo, por alzar mi voz, por hacerme sentir segura. Gracias por guardar todo de mi. Eres todo lo que he sido y lo que anhelo llegar a ser. Querido clóset, te amo.